domingo, 10 de abril de 2011

TLC con EEUU podría representar un crecimiento del 40,5 de las exportaciones

“Con la decisión del Presidente Barack Obama de presentar a consideración del Congreso de su país el Tratado de Libre Comercio suscrito con Colombia, renacen las esperanzas de los productores y exportadores colombianos que, desde hace más de cuatro años, esperan la puesta en marcha de este acuerdo”.

Así reaccionó el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados, al conocer la noticia que se produjo durante el encuentro sostenido por el Presidente Juan Manuel Santos, con el mandatario estadounidense.

“El panorama para el crecimiento del producto interno bruto, las exportaciones y el empleo es suficientemente positivo, como para que consideremos ésta como otra de las muy buenas noticias en materia económica de los últimos meses”, dijo el Ministro.

Recordó que, con base en estudios realizados en la recta final de la negociación del Tratado, se estableció que con éste, se podría generar un punto de crecimiento anual adicional en la economía del país y una reducción de dos puntos en la tasa de desempleo, en un periodo de cinco años.

“El mercado de Estados Unidos es muy importante, y lo es más para Colombia, por cuanto el 43 por ciento de las exportaciones totales realizadas en 2010, correspondientes a 17 mil millones de dólares, fueron dirigidas a ese país”, dijo.

Sin embargo, las opciones comerciales de Colombia no terminan ahí; en los últimos años se han realizado diversos estudios tanto nacionales como regionales y sectoriales que comprueban la existencia de potencial en una larga lista de productos, como los biocombustibles, las frutas y hortalizas, lácteos y cárnicos, cosméticos, productos químicos y productos para la construcción, entre otros.. Y en cuanto a la inversión que puede llegar al país, la Corporación para el Desarrollo de la Investigación y la Docencia Económica –CIDE-, calculó un incremento superior al 19 por ciento, una vez el Tratado esté en plena marcha.

“Lo que buscamos, en la práctica, cuando negociamos acuerdos comerciales con otros países, es generar mayores oportunidades de crecimiento y de empleo para los colombianos, así como beneficiar a los consumidores con mayor oferta y, por ende, mejores precios”, dijo el Ministro. “De ahí la importancia que tiene para nosotros este TLC que, según estudios realizados durante la negociación, permitiría crecer el empleo en por lo menos 380 mil nuevas plazas”, agregó.

Dijo, también, que con el Tratado, “además de consolidar para Colombia las preferencias del ATPDEA, gracias a las cuales han evolucionado importantes renglones de exportación, se consolidará el espacio que se tiene en el mercado de ese país, en relación con otros competidores de similar nivel de desarrollo, que ya gozan de un acuerdo, como son:
Chile, México, Perú y los países centroamericanos”.

“El TLC será, además, una herramienta importante para ganar competitividad y para mantener o ampliar la participación en el mercado norteamericano, frente a competidores como China e India”, afirmó.
LO NEGOCIADO

? En Industria
Si se tratara de resumir lo acordado, se podría decir que, gracias al Tratado, Colombia obtiene acceso inmediato a prácticamente la totalidad de su oferta industrial (99,9 por ciento); mientras que otorga a Estados Unidos acceso inmediato al 81,8 por ciento de los productos, de los cuales el 92,5 por ciento corresponde a materias primas y bienes de capital no producidos en el país.

“Este último aspecto resulta de gran beneficio, especialmente para las pequeñas y medianas empresas –pymes-, dado que la reducción de aranceles no sólo disminuye sus costos de producción, sino que les abarata la actualización tecnológica y la mejora en productividad”, dijo el Ministro.

La negociación permitió al país mantener incentivos a la exportación como el Plan Vallejo para materias primas, el cual permitirá a los empresarios importarlas, procedentes de cualquier origen sin pagar aranceles, siempre y cuando vayan a ser utilizadas en la elaboración de productos destinados a la exportación.

En cuanto a la entrada a Colombia de bienes usados, que tanta polémica generó en su momento, Colombia logró que se mantuviera el régimen de licencia previa, que se ha venido aplicando para el control de este tipo de productos desde 1995.

? En agricultura
Para el sector agrícola, con el Tratado se abren grandes oportunidades de exportación, por cuanto se lograron mecanismos para asegurar el acceso real y esquemas de protección para los productos sensibles.
Productos en los que Colombia es altamente competitiva, como frutas, hortalizas, lácteos, productos cárnicos y tabaco, entre otros, tendrán en el mercado estadounidense un gran campo de acción.

Junto con estos productos, se lograron mejores condiciones de acceso para flores, azúcar y sus derivados, etanol, aceite de palma y sus derivados, preparaciones alimenticias, pastas y galletería, cacao y chocolate, panela, hierbas aromáticas, café y algodón.

Se calcula que esta gama de productos genera alrededor del 74 por ciento de empleo en el sector agropecuario.

El TLC establece mecanismos de protección como salvaguardias automáticas, amplios plazos de desgravación, contingentes arancelarios y plazos de gracia para la agricultura colombiana, sensible en casos de enfrentar condiciones de competencia adversas.

Se logró también evitar que las medidas sanitarias y fitosanitarias se conviertan en barreras no arancelarias para el acceso real de los productos agropecuarios de Colombia en el mercado de Estados Unidos.

? En servicios

El desarrollo de Internet, los avances en las tecnologías de las comunicaciones, hacen que el sector de servicios registre una dinámica superior a la del comercio de bienes. Según el ministro Díaz-Granados, Colombia tiene potencial en el comercio de diversos servicios, para lo cual es útil contar con acceso preferencial y sin barreras a mercados como el de Estados Unidos.

Uno de los objetivos de la negociación en este tema fue garantizar la autonomía del Gobierno en el diseño del sistema de seguridad social; así como la eliminación de aranceles en los productos digitales, tales como programas computacionales, video, imágenes, grabaciones de sonido, entre otros.

Colombia se reservó la discrecionalidad de regular normas relacionadas con las compañías de seguridad privada –especialmente la restricción a la inversión extranjera–; el ejercicio de profesiones como la contaduría; la vinculación de científicos colombianos en investigaciones basadas en la diversidad biológica; la actividad de la televisión en sus diferentes modalidades; y los servicios públicos domiciliarios, el transporte y las comunicaciones.

También incluyó una reserva cultural, que preserva la discrecionalidad del Estado para desarrollar políticas de apoyo al sector cultural, de tal forma que los actuales incentivos y otros que se diseñen a futuro puedan seguir aplicando.

En servicios financieros se amplía la competencia mediante el establecimiento de bancos y compañías de seguros a través de sucursales, con capital incorporado en el país. Adicionalmente, en el sector de seguros se permitirá el comercio transfronterizo, con excepción de los seguros obligatorios, los relacionados con la seguridad social y los que deban tomar las entidades públicas.

? En compras públicas

Las entidades gubernamentales de Estados Unidos compran anualmente un promedio de 300 mil millones de dólares. Las empresas colombianas podrán tener acceso a ese mercado.

Entre tanto, Colombia reservó para las pymes nacionales contratos hasta por 125 mil dólares, que se extienden a 250 mil dólares en aquellos casos en los que las empresas son de alta contratación.

? En propiedad intelectual

En cuanto tiene que ver con derechos de autor, Colombia mantuvo en lo esencial su legislación y la fortaleció con respecto a su aplicación, en relación con nuevas tecnologías como el Internet. Con ello, dice el Ministro, se logró un adecuado balance entre la protección a los autores en el entorno digital y el acceso a la cultura, la educación y la
formación.

El TLC firmado incorporó, por primera vez, la protección a la biodiversidad. En este punto, se consagraron mecanismos para evitar el otorgamiento de patentes que versen sobre la misma.

En el campo de la propiedad intelectual relacionada con medicamentos (patentes y datos de prueba), Colombia mantuvo su manejo actual de protección, sin crear nuevos obstáculos para el acceso a medicamentos, al tiempo que preservó todos los instrumentos de flexibilidad que rigen, en defensa de la salud pública.

Finalmente, en asuntos laborales y ambientales, Colombia y Estados Unidos asumieron compromisos de no deteriorar la legislación en estos campos con el objetivo de lograr ventajas comerciales. De igual forma, se ratificó la autonomía de cada país en materia de legislación laboral y ambiental.

Estimaciones indican que en un escenario con TLC, se obtendría un 40,5 por ciento más de comercio, mientras que sin el acuerdo y sin las preferencias arancelarias que nos venían rigiendo desde 1991, la caída del comercio bilateral alcanzaría el 57,6 por ciento.

Así las cosas, Colombia estará atenta y seguirá haciéndole un cercano seguimiento a lo que ocurra en el Congreso de Estados Unidos, para conseguir la pronta aprobación del Tratado, concluyó el Ministro.

Fuente: Radiosantafe.com

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